13 ago 2012

¿Qué es DO?


El siguiente texto fue escrito por Kenzo Miyazawa (1937 - 2003)

     "O’ Sensei decía que al practicar el Aikido debemos parecernos al fenómeno del fluir de la sangre dentro del organismo humano, o sea que es algo natural que se mueve constantemente debido a un mandato divino de la Naturaleza. Si nos apartamos de la voluntad de Dios, deja de ser camino (Do).
     Los practicantes del Aikido deben hacerlo como si fueran uno con la naturaleza. La mayoría de la gente decide su vida o el futuro de su destino dentro de las posibilidades que haya al alcance de su mano, decidiéndose por el camino más fácil. Pero hay límites dentro de la vida que se ven fácilmente. Debemos buscar lo real que existe detrás de lo aparentemente fácil. El Aikido nació de ese intenso deseo o ruego de O’ Sensei y se materializó su pensamiento en lo que hoy conocemos. Esto nos demuestra que todos lo sueños no deben quedarse dentro de nuestro corazón sino por el contrario deben expresarse, desearse, materializarse, de lo contrario se pierden en la inmensidad de lo irrealizable. Jesús le preguntó a un ciego: “¿Qué quieres que haga yo por ti?” y él le contestó: “¡Señor, que reciba yo la vista!” y el Maestro le dijo: “Recíbela, tu fe te ha sanado”. Y enseguida vio y lo acompañó. Jesús no hizo nada, ni siquiera lo tocó, fue la fe o sea su propia fuerza interior la que logró el cambio, la materialización de un intenso deseo que sólo necesita pasar del terreno inmaterial de un sueño al terreno concreto de la materialización.
Nuestra fe, nuestra esperanza, nuestro deseo, debemos expresarlo bien fuerte para poder concretarlo, repitiéndolo todas las veces que sean necesarias para llenar nuestro subconsciente con esa idea hasta colmarlo y luego no perder la fe en su materialización, pues ésta llegará en igual proporción y rapidez al trabajo de nuestro ruego.
El Aikido es el resultado de un pensamiento fuerte, positivo, con fe, entonces, lo imposible se vuelve posible. Así debe regirse la vida de uno mismo materializando nuestro deseo, tornándose realidad para hacernos sentir felices y conscientes del poder interno que poseemos y que es uno con la naturaleza.
Esta actitud también es Aikido".