25 sept 2011

Koshukai 2011

  Reflexionando sobre la grata experiencia del Aikido Koshukai 2011, compartimos el siguiente texto extraído del libro: "Aikido, o la Armonía de la naturaleza", escrito por Mitsugi Saotome.

     "No existe una forma correcta o incorrecta en el Aikido. En tanto un movimiento obedezca a las leyes físicas del universo, es correcto. Obedeciendo estas leyes universales, la actitud ha de ser correcta. Quien obedece estas leyes, sigue la Vía (la voluntad) de Dios. El Aikido no supone el aprendizaje de una técnica sino el aprendizaje de la sabiduría.
     Los kata individuales no existen en el Aikido porque éste se basa en la armonía de las relaciones. En el tatami encontraréis individuos procedentes de distintos medios sociales o culturales, que hablan lenguas o poseen ideas políticas diferentes. El tatami no es un lugar en el que la gente viene a competir o imponer sus ideas a otros sino a aprender a escucharse y comunicarse. En el tatami no podemos disimular nuestra verdadera personalidad. Nuestras flaquezas y talentos siempre acaban manifestándose. Sudamos juntos, soportamos juntos el estrés, nos ayudamos mutuamente y aprendemos a confiar en el otro. Cada uno estudia los mismos principios universales y la sustancia espiritual, que es la misma en cada individuo, se vuelve clara cuando cae la máscara del miedo y del egoísmo.
      Si uno se concentrase sólo en el universo, sin nadie con quien hablar, con quien compartir la belleza de una noche estrellada, con quien reír, sin nadie a quien tocar, ¿cuál sería la razón de vivir? El amor da sentido a la vida. Debemos descubrir la alegría de estar juntos, la alegría de los retos, la alegría del crecimiento".